Celebrando el ramadán en la Parroquia roja

La estupidez no tiene límites, y los habitués de la ex-iglesia San Carlos Borromeo, la famosa "parroquia roja" de Madrid están a dieta durante el día durante este mes.

El Arzobispo de Madrid, Rouco Varela, tuvo que cerrarla hace unos meses porque allí había 3 curitas bastante díscolos en cuanto a cuestiones de liturgia y catequesis. Decían entonces los curillas: "Hemos cambiado las hostias por rosquillas porque los niños no entendían que son las hostias normales. Fueron las propias madres las que nos trajeron las rosquillas. Y si nos hemos quitado los hábitos para dar misa es porque la gente nos lo ha pedido...".

Y Rouco tuvo que cerrarla, porque las normas de la Iglesia están para ser obedecidas, no para pasárselas por el arco del triunfo. El follón mediático montado, anticatólico y con el apoyo de confesos ateos (el inefable Zerolo, y destacados miembros de la izquierda (Pepe Bono, y la kultureta (Gran Wyoming, Willy Toledo, Pilar Bardem) por supuesto, fue de tal magnitud que el obispado tuvo que reconvertirla en un centro de Cáritas a cambio de cerrarla al culto. Los sacerdotes rebeldes, que dicen 'Queremos ser rebeldes al modo de Jesús', obviamente no hicieron caso, y la transformaron en un "centro confesional de atención a los marginados" sin la tutela de Cáritas.

Después de varios meses de hacer lo que les da la gana, estos curas sin remedio, salen a decir en su página web que "la fe, que desciende de Abraham pasando por Moisés, Jesús y Mohamed, hasta llegar a la parroquia San Carlos Borromeo" y convoca a todos los fieles árabes de la "parroquia roja" a un encuentro en el que compartirán "oración, cena y fiesta" en"este tiempo especial del Ramadán".

Fieles y dimmíes unidos, compartiendo rosquillas y vino. Como se entere el mullah Omar...

Se estrena en Marruecos la "banca islámica"

El banco de Marruecos ha dado luz verde a las entidades bancarias de ese país para comenzar a realizar préstamos de dinero basados en los preceptos del islam, que prohibe "la usura", entendida como el cobro o pago de intereses.

Tan sólo una institución, el Banco Popular Marroquí, ha dado instrucciones a sus empleados para que ofrezcan la "banca islámica" o "banca sharia". El resto se muestra bastante escéptico y prefiere ver como evoluciona el mercado para evaluar los costos de involucrarse en este proyecto.

Existen 3 variantes propuestas por la "banca islámica", en las que el banco y el que solicita el préstamo concurren en los gastos y en las pérdidas y ganancias del proyecto para el cual se solicita el préstamo:

• la iyara: el alquiler de un bien inmueble o mueble con opción de compra en el plazo acordado;


• la mucharaka: un contrato para que una entidad de crédito participe en una sociedad de capitales, compartiendo beneficios y gastos, y


• la murabaha: el cliente pide al establecimiento de crédito que adquiera un bien inmueble o mueble para que se lo revenda al precio de compra más un beneficio pactado previamente.

Los filomoros de siempre dicen que esta especie de "economía halal" es mucho mejor que todo lo conocido. Gonzalo Escribano -profesor de economía aplicada- publicó que "Un sistema económico islámico sería superior al capitalismo en términos de justicia social y al marxismo en términos de libertad económica y eficiencia.

En Marruecos esta desconfianza del sector bancario a estos préstamos halal está agravada por el decontento social de décadas de pobreza, y por el hecho de que el poder financiero está en manos del rey Mohamed VI, que a través de su entramado de empresas controla el 60% de la Bolsa de Casablanca.

No obstante, y siguiendo aquel principio marxista de que "el capital no tiene bandera" (ni religión, agregamos), es muy difícil que la banca occidental se resista a no hincar el diente en este "bocado halal" que hoy mueve alrededor de 316.000 millones de euros en los paises donde ya está instaurada (Malasia, Indonesia, Bahrein, Dubai y Arabia Saudí).

Construir mezquitas ¿favorece la integración o el terrorismo?

Que Europa está plagada de musulmanes no es noticia. Que las mezquitas crecen como setas después de la lluvia, tampoco. La gran mayoría, ilegales.

Hace un tiempo, dentro de algunas formaciones políticas, comenzó a florecer la idea de que hay que otorgarles permisos para edificar mezquitas "legales", ya que constituiría "un signo positivo de integración".

El filomoro alemán, Stephan Rosiny, de profesión "islamólogo", se queja porque en algunas ciudades se han producido protestas antimezquita, y porque estas han sobrepasado los límites de los partidos de "extrema derecha" para extenderse hacia el espectro centrista. Los motivos de este "trasvase ideológico" son -según el filomoro- que estas agrupaciones sostienen que el islamismo radical está minando los sistemas cultural y legal de Occidente.

Para Rosiny y su compinche islamólogo turco Ali Özgür Özdil, construir mezquitas no es peligroso ni contribuye a la expansión del islamismo "radical". Más bien todo lo contrario: promueve la "integración". Esto permitiría que los musulmanes salgan del armario -o sea, los patios traseros y los garajes- para poder rezar libremente en edificios reconocidos oficialmente. Así, se facilitaría el "diálogo inter-religioso y la integración social".

Además, los filomoros destacan que las organizaciones que se encargan de promueven la construcción de mezquitas "son moderadas y trabajan en concordancia con el estado", "promoviendo los derechos y obligaciones de los musulmanes como individuos religiosos y como ciudadanos". Y señalan que prohibir la construcción de mezquitas atenta contra los derechos humanos.

Özdil sostiene que la idea de una “islamización” de Europa es algo “descabellado”. Pone por ejemplo a Alemania, que cuenta con una población musulmana de 3,5 millones, de los cuales "sólo la cuarta parte profesa la religión de manera regular". Trata de licuar ese 25% en el total de la población alemana, diciéndonos que apenas el 1% de la población alemana es musulmana practicante. El 1% de 83 millones son 830.000. Si consideramos que el 20% de los musulmanes (tomémonos la licencia de incluir sólo a los practicantes en la cuenta) son pro-yihad, habría unos 166.000 yihadistas o pro-yihadistas en territorio alemán. Acojona. Sobre todo si tenemos en cuenta que para causar el 11-S sólo hicieron falta 19.

Los atentados del 7-J en Londres fueron perpetrados por musulmanes nacidos en Gran Bretaña, que habían sido aleccionados en las mezquitas locales para unirse a la Yihad.

A pesar de la labor de los propagandistas que presentan como víctimas a los musulmanes-, lenta pero sostenidamente, va creciendo en Europa un sentimiento hostil hacia ellos. Y algunos políticos comienzan a salir del armario.

En Alemania, Francia y Suiza se han dado casos de grandes manifestaciones anti-mezquitas.

El pasado 15 de julio se produjo una en Colonia, en la que se protestó por la construcción de una mezquita. La protesta fue liderada por el vice-alcalde Jörg Uckerman del conservador Partido Demócrata Cristiano (CDU). Los musulmanes han conseguido más 25 millones de euros para la construcción de su templo, que tendrá que estar ubicado a 2 millas del centro de la ciudad. Gran parte de los dineros provienen del gobierno turco.

En Francia el MNR (Movimiento Nacional Republicano) ha ganado 2 juicios contra subvenciones para construir mezquitas en Montreuil, a las afueras de París, y en Marsella (donde el 25% de su población es musulmana).

En Suiza, Ulrich Schlüer, del Partido Popular Suizo (SVP) se ha lanzado a declarar que “debemos detener la expansión del Islam o Suiza dejará de ser nuestro hogar”, y lanzó hace pocas semanas una campaña con la intención de detener la construcción de minaretes.

Todavía faltan salir muchos más del armario.