<$BlogMetaData$>

viernes, enero 19, 2007

La verdad sobre Mahoma, prohibida en Pakistán

por Robert Spencer

El Gobierno de Pakistán ha prohibido mi libro La verdad sobre Mahoma y requisado todos los ejemplares, así como las traducciones. ¿Por qué? Porque contiene "material cuestionable" acerca de Mahoma, el profeta del islam. "Permítame decirle que es un libro muy, muy perjudicial", ha dicho Shahid Ahmed, consejero de asuntos comunitarios de la embajada de Pakistán en Washington. ¿Que mi libro contiene material cuestionable? ¿Que es perjudicial? La verdad es que tienen razón.


En La verdad sobre Mahoma doy cuenta de las opciones que, por indicación del Profeta, daban los musulmanes a los que no lo eran: la conversión al islam, el sometimiento bajo la ley islámica pero sin igualdad de derechos con los musulmanes o la guerra. ¿Acaso me lo he inventado? No, puede uno dar con ello, entre otros muchos lugares, en el Sahih Muslim, una colección de hadices que la generalidad de los musulmanes considera fiable. Según el Sahih Muslim, Mahoma dijo:


Lucha en el nombre de Alá y a la manera de Alá. Lucha contra aquellos que no creen en Alá (...) Cuando te encuentres con tus enemigos politeístas, invítalos a seguir uno de estos tres caminos. Si optan por cualquiera de ellos, acéptalo y abstente de infligirles daño alguno. Invítalos [a convertirse] al islam; si aceptan, acéptalos y desiste de combatirlos (...) Si rechazan el islam, exígeles la jizya [un tributo especial impuesto exclusivamente a los no musulmanes]. Si lo aceptan, acéptalo y guarda tus manos; si lo rechazan, invoca la ayuda de Alá y combátelos.

¿Acaso está prohibido el Sahih en Pakistán? Por supuesto que no.



En mi obra critico la manera en que el primer biógrafo de Mahoma, Ibn Ishaq, contextualiza los versículos del Corán que hablan de las revelaciones recibidas por el Profeta sobre la guerra en tres etapas: tolerancia, guerra defensiva y, finalmente, guerra de agresión para convertir a los no creyentes u obligarlos a pagar la jizya (v. Corán, 9:29). En los comentarios coránicos (tafasir) de Ibn Kathir, Ibn Juzayy y As Suyuti, entre otros, también se destaca que el capítulo noveno del Corán, donde aparece este llamamiento a la ofensiva bélica, anula cualquier acuerdo de paz presente en el resto del libro sagrado.



No necesité sumergirme en libros antiguos para dar con ello. Esta idea de avance por etapas de la yihad, culminado con una ofensiva bélica para establecer la hegemonía de la ley islámica, ha sido sostenida en nuestra época por los teóricos yihadistas Sayid Qutb y Sayed Abul Alá Maududi, así como por el general de brigada paquistaní S. K. Malik (autor de El concepto coránico de guerra) y el jeque Abdalá ben Mohamed ben Humaid, ministro saudí de Justicia (en su obra La yihad en el Corán y en la Sunna), entre otros. Por supuesto, se trata de algo bastante preocupante para los no musulmanes, puesto que condensa tanto una doctrina bélica contra ellos como su subyugación final, según las normas de la Sharia, con todo lo que ello implica. Se trata de algo, por lo demás, que está siendo utilizado por los yihadistas de esta hora como justificación de sus actos y como gancho para conseguir nuevos reclutas.

Mahoma.¿Están prohibidos en Pakistán los trabajos de Ibn Kathir, Ibn Juzayy, As Suyuti, Qutb, Maududi, Malik y Humaid? Por supuesto que no.

En La verdad sobre Mahoma cuestiono, asimismo, el matrimonio del Profeta con la pequeña Aisha, de lo cual se ocupa específicamente la colección de hadices Sahih Bujari, generalmente considerada por los musulmanes como la más fiable de todas. Según diversas tradiciones recogidas por el Bujari, "el profeta redactó [el contrato nupcial] con Aisha cuando ésta tenía seis años, y consumó el matrimonio cuando ella tenía nueve años, y Aisha permaneció con él durante nueve años [es decir, hasta su muerte]" (Bujari, 7.62.88; v. también 7.62.65, 7.62.64, 5.58.236 y 5.58.234).

Es bastante obvio que muchos musulmanes se toman muy en serio el material sobre el que me basé para escribir el libro, y actúan según lo estipulado en aquél. Así, muchos musulmanes, incluso en nuestros días, han desposado a niñas en emulación del profeta Mahoma; y en algunos lugares incluso han contado con el visto bueno de la legislación vigente: el artículo 1.041 del Código Civil de la República Islámica de Irán establece que se puede establecer un compromiso matrimonial con una niña menor de nueve años y desposarla cuando cumpla dicha edad:


El matrimonio antes de la pubertad [para las niñas, nueve años lunares completos] está prohibido. El matrimonio contraído antes de alcanzar la pubertad con permiso del tutor es válido siempre que los intereses de la dote sean rigurosamente observados.
El mismísimo ayatolá Jomeini desposó a una niña de 10 años cuando él contaba 28. Jomeini consideraba el matrimonio con una niña prepúber "una bendición divina", y aconsejaba a los creyentes en los siguientes términos: "Haz todo lo posible por asegurarte de que tus hijas no vean su primera sangre en tu casa".

El siguiente párrafo está tomado de una información publicada en 2001 en la revista Time:

La edad mínima para contraer matrimonio en Irán es de 9 años para las niñas y de 14 para los niños. Los pedófilos explotan a placer dicha ley: se casan con niñas pobres de provincias, las utilizan y después las abandonan. El Parlamento iraní votó en 2000 por elevar la edad mínima para las niñas hasta los 14 años, pero en 2001 un cuerpo de supervisión legislativa dominado por clérigos tradicionales vetó la medida. En Yemen fracasó un intento conservador por abolir la edad mínima para las niñas, establecida allí en 15 años, si bien expertos locales afirman que, de todas maneras, se esgrime raramente. (Se considera que el momento apropiado para la consumación del matrimonio es el inicio de la pubertad).

El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) informa de que, en Afganistán y Pakistán, más de la mitad de las niñas están casadas antes cumplir los 18 años. A principios de 2002, los investigadores descubrieron que, en varios campos de refugiados de Afganistán y Pakistán, la mitad de las niñas estaban casadas hacia los 13 años. En uno de los campamentos afganos más de dos tercios de las niñas de segundo grado estaban casadas o comprometidas, y prácticamente todas las de edad superior estaban casadas. Había una niña de diez años comprometida con un hombre de 60.

Una de las innumerables mujeres que se ven obligadas a llevar el burka en Afganistán.He aquí el precio que ha tenido que pagar la mujer a lo largo de la historia islámica, y que sigue pagando, por que a Mahoma se le haya considerado "un excelente modelo de conducta" (Corán, 33:21).

Por supuesto, como ya he dicho en otras ocasiones, en esto pueden diferir otras autoridades islámicas. Las hay que afirman que, al repetir las tradiciones del Bujari, estoy contribuyendo a la perpetuación de malentendidos; "malentendidos", dicho sea de paso, que se encuentran ampliamente difundidos por todo el mundo islámico. Si realmente son malentendidos, el problema se encuentra en el Sahih Bujari (que es muy antiguo y, en lo esencial, canónico), no en mi libro, que está disponible desde hace menos de 3 meses y caerá en el olvido en bien poco tiempo.

Así las cosas, ¿está prohibido el Sahih Bujari en Pakistán? Por supuesto que no.

Por último, en mi libro explico por qué es prácticamente imposible demostrar una violación en aquellas tierras sometidas a los dictados de la Sharia. Las falsas acusaciones de adulterio vertidas contra Aisha condujeron en última instancia a la obligación de presentar el testimonio de cuatro varones musulmanes para poder demostrar la comisión de un delito de adulterio.

Para los casos de conducta sexual indebida es necesario el testimonio de cuatro testigos varones, según manda una revelación que recibió Mahoma para exonerar a su joven esposa (Corán, 24:13). Este requisito permite que hombres sin escrúpulos perpetren violaciones con total impunidad: mientras puedan negar la acusación y no haya testigos, se van de rositas, puesto que el testimonio de la víctima es inadmisible.

Lo peor de todo es que la mujer que acusa a un hombre de haberla violado puede acabar incriminándose a sí misma. Como no disponga del testimonio de los cuatro varones preceptivos, la acusación de la víctima de violación se convierte en un reconocimiento por parte de ésta de haber cometido adulterio.

Esto explica el ominoso hecho de que nada menos que el 75% de las mujeres presas en Pakistán estén entre rejas por haber cometido el crimen de ser víctimas de una violación. En Nigeria, numerosos casos de violación se han convertido en acusaciones de fornicación tras pasar por las manos de las autoridades islámicas. Son casos que acaban en sentencias de muerte; sentencias que sólo se ven modificadas en ocasiones tras mediar la presión de la comunidad internacional.

Dado su enraizamiento en mandatos coránicos, tales abusos son extraordinariamente resistentes a la crítica y la reforma. Echemos un vistazo a la situación en Pakistán, allí donde se ha sometido mi libro a prohibición. La nueva Ley de Protección de la Mujer ha revisado la consideración del delito de violación para que pueda procederse de acuerdo con los patrones modernos de prueba y testimonio, sin los cuatro varones que exige el Corán. Pero los musulmanes fanáticos han promovido protestas contra dicha ley, a la que consideran "antiislámica, inmoral e inconstitucional"; y en apoyo de sus tesis pueden citar el Corán (24:13) y el relato sobre la exoneración de Aisha.

Por lo general, lo que escribo en La verdad sobre Mahoma sobre el Profeta lo sostienen también los propios musulmanes, incluidos los que viven en Pakistán. Dado que me he basado completamente en fuentes islámicas, las objeciones de las autoridades paquistaníes no pueden basarse de manera razonable en lo que digo sobre Mahoma, sino en que juzgo a éste con unos patrones morales que difieren de los que él estableció para sí mismo y en que no lo tengo por un "excelente modelo de conducta".

Con todo, en una sociedad que no fuera patológicamente insegura, esto no debiera ser motivo para la prohibición y la requisa, sino para el establecimiento de un debate abierto y libre. Después de todo, la tan necesaria reforma del islam –para mitigar el efecto de aquellos de sus componentes que fomentan la violencia y el extremismo– no puede echar a andar si no se reconoce que hay aspectos de esta religión que precisan ser reformados.

La prohibición de La verdad sobre Mahoma en Pakistán es otro signo más de que, pese a las enormes esperanzas depositadas por tantos occidentales, la reforma del islam no se vislumbra en el horizonte.



ROBERT SPENCER: THE TRUTH ABOUT MUHAMMAD, FOUNDER OF THE WORLD'S MOST INTOLERANT RELIGION. Regnery Publishing (Washington DC), 2006, 256 páginas.

ROBERT SPENCER, director de Jihad Watch, columnista de medios como Front Page Magazine o National Review y autor, entre otros libros, de The Politically Incorrect Guide to Islam (and the Crusades).




Publicado en Libertad Digital

domingo, enero 14, 2007

Ovejas homosexuales mirando hacia La Meca

Artículo de Mark Steyn, publicado en Libertad Digital y en el Chicago Sun Times.


Como parte del actual compromiso de esta columna con la cobertura en profundidad de los temas de mayor interés, me complace presentar la primera de una nueva serie: Ovejas en el mundo de hoy. He aquí dos titulares de la semana pasada.


  • - Del Wall Street Journal: "¿Sacrificios rituales? No en mis calles, dicen algunos belgas".

  • - Y del Sunday Times de Londres: "Advierten a la ciencia que se mantenga apartada de las ovejas homosexuales".

  • La primera noticia versa sobre las 25.000 ovejas que hace unos cuantos días, en Bruselas, se encontraron mirando hacia La Meca para ser después degolladas y desangradas hasta morir. Los musulmanes hacen esto para celebrar Eid al-Adha, que conmemora la buena disposición de Abraham a sacrificar a su hijo a Dios y la buena voluntad de Dios de conformarse a cambio con un cordero.

    La población musulmana de Bélgica ha crecido tan rápidamente que no existen suficientes lugares en la ciudad para llevar a cabo el sacrificio ritual. El Eid se convierte, por tanto, en algo así como la hora punta ovina en todos los mataderos de Bruselas, con inmensas colas de ovejas que llegan hasta donde alcanza la vista. Según el Journal, Mohamed Mimoun agarró su cordero, cogió número y se dio cuenta de que había cola como para esperar unas dos horas. Y lo que es peor, de camino al matadero, le paró un policía y fue multado por llevar un cordero en la baca de su Toyota. Por ley, se supone que debe ir montado en los asientos traseros del coche. Beeee beeeee, veeete al asiento trasero.

    Lo que nos lleva al asunto de las ovejas homosexuales. Aparentemente, investigadores de la Universidad de Ciencias y Salud de Oregón y la Universidad Estatal de Oregón han estado experimentando con equilibrios hormonales ovinos con el fin de persuadir a los carneros homosexuales del error de su comportamiento. Parece que han tenido "éxito considerable" inyectando hormonas en el cerebro de los mismos. De pronto, los jovencitos cambian de condición y tararean un par de estrofas de "Abrázame, mi dulce cordera".

    Los colectivos homosexuales (es decir, los colectivos homosexuales humanos: ni siquiera Estados Unidos tiene aún un grupo de presión ovejuno homosexual con sede en K Street) no se han mostrado demasiado satisfechos con ello. Martina Navratilova, la nueve veces campeona de Wimbledon, ha pedido que el proyecto sea abandonado y que los científicos respeten, en palabras del Sunday Times, "el derecho de las ovejas a ser gays".

    Muchos de nosotros, sin duda, nos compadeceremos de ellas. Las pobres ovejitas pasan por este mundo en un visto y no visto. Si va a acabar desangrada hasta morir mientras mira hacia La Meca, al menos deberíamos permitirle elegir su orientación sexual en la víspera. Puede estar tan colada por un carnero como por una oveja. Ciertamente, una oveja debe ser capaz de disfrutar de su propia sexualidad sin que un montón de alocados eugenistas ovinos la aten con correas a una camilla y le inyecten el hetero-chute.

    Mientras tanto, Udo Schuklenk, profesor de Bioética en la Glasgow Caledonian University, ha advertido de que esta investigación "conlleva la terrible posibilidad de explotación por parte de sociedades homófobas. Imagine esta tecnología en manos de Irán, por ejemplo. Es típico de Estados Unidos ignorar el contexto global en el que esto está teniendo lugar."

    Nadie en Escocia parece estar empleando mucho tiempo en imaginar lo que podría suceder si, digamos, la tecnología nuclear acaba en manos de Irán, pero en Glasgow están en pie de guerra por la posibilidad de que los mulás obtengan tecnología de heterosexualización de ovejas. Ciertamente, si el presidente Bush está buscando un casus belli contra Teherán, el punto de vista de los carneros gays puede ser la mejor opción de contar con la Unión Europea.

    Al contrario que Martina Navratilova, no soy ningún experto en sexualidad ovejuna. ¿Quién hizo que el carnero "entendiera"? No sabría decirlo. Pero estoy siempre interesado en las contradicciones internas de la coalición del arco iris. Para un granjero, un carnero es un activo económico. De modo que, si es homosexual, es inútil. Dicen algunos que, allá por los años 80, Jasper Conran, sastre de la princesa de Gales, se asomó por la ventanilla de su tren mientras pasaban por un campo donde pastaban algunas vascas de raza Holstein y suspiró: "El blanco y negro está taaaan pasado de moda". Es una observación que, aunque algo apócrifa, ilustra las limitaciones de la sensibilidad homosexual aplicada a las granjas. El granjero medio, si escucha que los sabios han sacado una pegatina al estilo parche de nicotina para poner a una oveja embarazada de modo que garantice la corrección de cualquier homosexualidad potencial en su feto, bien puede pensar que merece la pena pagar por ella.

    Y, si eso sucede, ¿en qué momento el derecho de una mujer a elegir se solapará con el derecho de un granjero a sus ovejas? Bajo la política "un solo hijo" de Pekín, las chinas ejercieron su "derecho a elegir" el sexo de su bebé de manera tan radical que ahora cuentan con la cohorte más demográficamente desequilibrada de la historia: millones de chicos de cuya pareja correspondiente fue abortada en su día. El profesor Schuklenk está en lo cierto con lo de que "las sociedades homófobas" bien podrían elegir des-homosexualizar a su descendencia. Después de todo, gran parte de la práctica abortiva es ya explícitamente eugenésica: si una mujer puede decidir que no quiere cargar con un niño con síndrome de Down o el mal congénito del paladar, o que solamente quería uno de los trillizos, ¿por qué hay que obligarla a aceptar su orientación sexual?

    Una vez que redefinido el embarazo en términos tan radicalmente individualistas como han hecho los absolutistas del aborto, ¿por qué deberían las minucias en boga de la corrección política demostrar ser un muro de contención más eficaz que la moral religiosa o social convencional? En el 2005, respondiendo a una posibilidad altamente hipotética de que los padres pudieran saber si sus hijos tendrían un "gen homosexual", un representante del estado de Maine presentó una propuesta de ley para la protección de los homosexuales aún no nacidos. Pero es difícil ver el motivo por el que, en la teología abortiva progresista, los homosexuales no natos son merecedores de mayor protección que los heteros no natos.

    Lo que nos lleva de vuelta a las calles de Bruselas. Ann De Greef, una activista belga de los derechos de los animales, no lo pasa especialmente bien durante la masacre anual del Eid. "No es normal sacrificar a miles de ovejas de esta manera en mitad de una importante ciudad europea", se quejó.

    Au contraire, lo es. Y, teniendo en cuenta la ventaja demográfica del Islam, va a ser cada vez más normal. Los musulmanes pagan a los granjeros belgas alrededor de 250 pavos para adquirir una oveja para el sacrificio ritual, lo que sugiere que se lo toman bastante en serio. En la práctica, teniendo en cuenta la fuerza de presión política del Islam, es más que probable que las restantes restricciones sobre el sacrificio ritual sean eliminadas. Cansados de hacer cola en mataderos llenos hasta la bandera, muchos musulmanes de Bruselas sacrifican su oveja en casa, algo ilegal bajo la ley belga, pero ante lo que el Estado ya se lava las manos.

    La izquierda asume que las diversas facciones de su coalición de grupos identitarios son aliados perpetuos que pueden ser conducidos como un rebaño y orientados en la misma dirección. No lo son. La noticia de la oveja belga trata de un avance demográfico y la de la oveja de Oregón de un avance tecnológico. Pero la combinación más potente es la tecnología supeditada a la demografía. En otras palabras, ¿cuánta demanda habrá para la próxima innovación? ¿Aborto para anomalías genéticas? En Estados Unidos habrá mucha. ¿Aborto para reducir la cifra de hijas no deseadas? Una desagradable cantidad en China y la India.

    ¿Un parche para des-homosexualizar a su bebé?

    Somos pobres corderitos que se han perdido. Beeeee.

© Mark Steyn


    Baby

     

     

    AVISO: Este blog no se hace responsable por las opiniones vertidas en el apartado de comentarios. En cumplimiento de la LSSI, cualquier comentario que pueda ser considerado injurioso o difamatorio no será publicado en el momento en que se tenga conocimiento del mismo. El spam queda prohibido.
      

    Site Meter