E pur si muove: 11-S en Bruselas, allí estuvimos

Como ayer no teníamos "nada mejor que hacer", nos subimos al avión y nos fuimos a pasear por Bruselas, para asistir a la manifestación prohibida por el alcalde de la ciudad, aunque técnicamente no era ilegal por estar apelada la decisión del alcalde. La manifa fue convocada por SIOE (Stop the Islamisation of Europe):

La gente comenzó a congregarse sobre el mediodía en la Plaza de Luxemburgo, frente al Parlamento Europeo. De manera pacífica y silenciosa, comenzaron a reunirse sobre la calle Luxembourgplein. Llamativamente, había más policías (con sus correspondientes carros de asalto y camiones hidrantes) y prensa que manifestantes, ya que muchos decidieron no acudir debido a la prohibición del alcalde. Otros, en cambio, no se amilanaron.

Entre los asistentes, había varios representantes del partido Vlaams Belang (partido flamenco independentista, de corte conservador aunque es acusado de fascista por propugnar la limitación de la inmigración de origen islámico o contraria a los principios occidentales y europeos).

Había manifestantes de varias ciudades belgas flamencas, algunas francófonas, de Alemania, Dinamarca, Suecia, Francia, Canadá, Suiza, República Checa, Gran Bretaña y España.

La presencia policial era totalmente desproporcionada e injustificada. No había allí "elementos peligrosos" para la paz pública, ni gente violenta; sólo simples ciudadanos.

De repente -y sin mediar ninguna provocación por parte de los asistentes- la policía comenzó a detener a algunos de los asistentes. Era curioso observar como algunos policías de paisano "infiltrados" entre los manifestantes, pertrechados con sus pinganillos y micrófonos se dedicaban a "identificar" a los que les parecían "organizadores" o "cabecillas" de la convocatoria, y señalarlos a sus compañeros uniformados para que los detuvieran. Vimos al menos a 4 de ellos haciéndolo todo el tiempo. Hemos decidido no publicar sus fotos por respeto a la institución policial, aunque creemos que no merecen ese respeto.

Escuchamos a muchos belgas protestar ante la inusitada reacción policial, brutal e innecesaria. Estaban avergonzados, diciendo con sorna "Viva la democracia", "esta es la libertad de expresión en Europa", o "mierda de Bélgica". Nadie podía ocultar su desazón y su indignación, porque da la sensación de que hoy en Europa únicamente tienen libertad aquellos que atentan contra ella.

Masticando nuestra indignación, nos dirigimos a la Plaza Schuman, tal como estaba acordado, para presentar un petitorio ante la Comisión Europea de Justicia. Allí nos estaba esperando otra nutrida representación policial

Frank Vanhecke, líder del partido flamenco Vlaams Belang y miembro del Parlamento europeo, fue literalmente cogido de sus testículos por los policías al ser detenido. Tuvo que pasar la noche en comisaría. Todavía nos estamos preguntando por qué fue detenido.

Allí, algunos manifestantes desplegaron las banderas de sus países, y varios fueron detenidos por la policía. Una mujer alemana fue obligada a guardar su bandera (creemos que por ser de una edad avanzada), y sus acompañantes daneses vieron como los polícías les arrancaban de la mano unos volantes que sostenían a modo de pancartas, sin mediar palabra ni motivo.

La nota graciosa del día fue la persecución policial fallida del portador de la bandera estadounidense, quien con admirable rapidez logró guardar su bandera y escapar del asedio policial, lo que fue muy festejado con sonoras risas por varios manifestantes.

Mientras tanto, la policía seguía arrestando a representantes políticos belgas y manifestantes, a los que metían en un autobús.

Los policías apostados en la Plaza Schumann tenían un aspecto y una actitud marcadamente más amenazadores que sus compañeros de la Plaza de Luxemburgo. Algunos asistentes comentaban por lo bajo que mientras los de la Plaza de Luxemburgo eran flamencos -y supuestamente más sensibles a los motivos de la concentración- éstos de la Plaza Schumann eran wallones (francoparlantes). Evidentemente, eran más brutales.

La nota curiosa la dieron algunos musulmanes que "casualmente" hacían sus paseos post-almuerzo por allí. Fueron prolijamente ignorados por los manifestantes -quienes no se dirigieron a ellos en ningún momento-, no obstante lo cual, uno en particular contó con "custoria policial" para cruzar la calle.

También se sumó al intento fracasado de provocación un converso belga al islam, al parecer muy conocido por los locales porque siempre está tratando de aparecer ante los medios, quien intentó -sin éxito- polemizar con algunos de los asistentes. Apenas unas fotos de alguna agencia de noticias consiguió. Finalmente, también fue detenido por la policía. Con toda honestidad, fue la única detención coherente que vimos realizar en toda la jornada, por lo abiertamente provocativo (aunque fracasara en su intento).

Si bien había periodistas de varias agencias de noticias internacionales, como Reuters y AP, curiosamente y a diferencia de otros medios internacionales, la prensa española no ha recogido ni tan siquiera los ecos de esta manifestación. Será por lo "políticamente incorrecta". Será por "no molestar" a los socios privilegiados del gobierno de Rodríguez Zapatero. Y aunque se quiera ignorar este hecho, nosotros -como Galileo- gritaremos: "e pur si muove". Porque algo comienza a moverse en Europa.