La rendición de Breda

en el siglo XXI tiene un rostro y un nombre: Monseñor Martinus "Tiny" Muskens, obispo de Breda (Holanda).

El buenazo del obispo tuvo la brillante idea de proponer que llamemos "Alá" a Dios, para facilitar el "diálogo entre las religiones".

Puso como ejemplo su propia experiencia en Indonesia, donde estuvo rezándole a Alá durante 8 años. Dijo que hay sacerdotes que llevan haciéndolo más de 20 años.

En una entrevista televisiva, el obispo "Tiny" dijo que todavía tardará al menos cien años en llegarse a ello, pero que el término de Al-lah se introducirá también en las iglesias holandesas. Muskens dijo que a Dios no le importa cómo se le llama, porque está por encima de este tipo de discusiones, que han sido inventadas por la humanidad para tener algo por lo que enfrentarse. En eso estamos de acuerdo: Dios no se preocupa por como lo llamemos, seguramente tiene cosas más importantes que hacer. Y seguramente tampoco escucha a este señor obispo...

Ahora bien: ¿por qué no vamos un poco más lejos en su propuesta y -además de llamar Alá a Dios- reemplazamos a la Biblia por el Corán, convertimos a las iglesias en mezquitas y rezamos 5 veces al día orientados hacia la Meca? Total, a Dios-Alá le da igual todo... (pero a nosotros, no).

Una pregunta me surge y no encuentro respuesta: ¿por qué este zapateico prelado no se atreve a hacerle la propuesta de llamar Dios a Alá a los ayatollahs, a los imanes y a los muftíes?

El obispo "Tiny" , quien dice ser consciente de que su idea no despertará entusiasmo entre la comunidad católica holandesa, es muy conocido por sus propuestas estrafalarias: hace 2 años propuso cambiar el segundo día de Pentecostés, día festivo en Holanda, por una fiesta islámica.

También dijo en una ocasión que los pobres tienen derecho a robar pan si tienen hambre. (¿y los pederastas, tendrán derecho a molestar sexualmente a los niños cuando les aflore "el instinto"?). Y también abogó por el uso de preservativos para combatir el SIDA, en un sentido totalmente contrario al establecido por el Vaticano.

Una curiosidad: Tiny, en inglés, significa diminuto...