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miércoles, marzo 28, 2007

Conque la Hermandad Musulmana es "moderada"...

Artículo de Yusef M. Ibrahim publicado en la Revista Libertad Digital.


A juicio del historiador Bernard Lewis, la concepción que el fundamentalismo islámico tiene de la democracia puede resumirse en esta frase: "Un hombre, un voto, una sola vez". Pues bien, la revista Foreign Affairs (la joya del muy influyente Council on Foreign Relations) ha publicado un ensayo acerca de "la moderada Hermandad Musulmana" en el que se aconseja a EEUU que mantenga un diálogo con los líderes de esta mastodóntica organización panárabe, ya que –dicen los autores del texto– son gente que cree, a su manera, en la democracia.


Estamos ante el enésimo intento buenista por dar con una alternativa al choque de civilizaciones entre Occidente y el Islam. Estos exploradores a lo Lawrence de Arabia llevan años tratando de separar a los yihadistas sanguinarios como Osama ben Laden o Aymán al Zauahiri (antaño líder de la Hermandad Musulmana) de los más dóciles miembros de la Hermandad, que saben inglés, van trajeados y viven en apartamentos en vez de en cuevas. Algunos de ellos incluso admiran a Shakespeare, podemos leer en Foreign Affairs.

Robert S. Leiken y Steven Brooke, los autores de "The Moderate Muslim Brotherhood", sostienen, tras entrevistar a decenas de líderes de la Hermandad en Europa y el mundo árabe, que dicha organización "cumpliría con los procesos democráticos" una vez instalada en el poder, a diferencia de lo que hicieron los nazis, los bolcheviques y los baazistas. "Su vía hacia el poder no es revolucionaria, (...) depende de ganarse el corazón de la gente mediante un proceso de islamización gradual y pacifíco", escribe Leiken, director del Programa de Seguridad Nacional e Inmigración del Nixon Center y experto en… Latinoamérica.

Cuando uno lee ensayos de este tipo se encuentra siempre con lo mismo, con conclusiones que derivan de la lógica, no de los hechos. Quienes así proceden son, de una manera retorcida, profundamente condescendientes con los terroristas musulmanes, a los que declaran gente aceptable porque algunos dicen escuchar música clásica o leer literatura inglesa; o sea, porque comparten aficiones con ellos.

Dejemos de lado las loas a Shakespeare y demás zarandajas y analicemos algunos hechos.

La Hermandad Musulmana se fundó en Egipto en la década de los 20. Cualquier experto digno de tal nombre sabe que engendró la plétora de organizaciones fundamentalistas islámicas que operan hoy en todo el mundo, desde las islas Filipinas hasta las cuevas de Tora Bora. Durante todo este tiempo, la jerarquía de la Hermandad ha sancionado, glorificado y ensalzado la yihad. No ha habido un solo líder de la Hermandad que haya renunciado a este tipo de violencia. De hecho, Leiken y Brooke reconocen que la Hermandad sanciona el empleo de la misma, pero –añaden– sólo en "países y territorios ocupados por una potencia extranjera".

El jeque egipcio Yusuf al Qaradaui, asentado en Qatar, es uno de los más eminentes líderes de la Hermandad. Interviene todas las semanas en el programa de Al Yazira La sharia y la vida. Qaradaui ha dictaminado que los norteamericanos ­–en Irak– y los israelíes –en todo el mundo– deben ser considerados objetivos legítimos por los terroristas suicidas (que, matándolos, acceden a la categoría de mártires y héroes). Curiosamente, Qaradaui no fue entrevistado por Leiken y Brooke, que ni siquiera lo incluyen entre los diez líderes más importantes de la Hermandad.

Los eruditos suelen quitarse de encima los pronunciamientos extremistas de gente como Qaradaui diciendo que, en la "moderada Hermandad Musulmana", esa manera de hablar es "el equivalente funcional islámico a la doctrina cristiana de la guerra justa".

Por desgracia, los tipos como Leiken y Brooke, con su periodismo deleznable y su eruditismo del tres al cuarto, siempre pueden echar el freno y decir: "Uy, lo siento". Por de nada les serviría ese "uy, lo siento" a los miles, tal vez millones, de personas (musulmanes laicos o moderados, cristianos, chiitas, etcétera) que pagarían las consecuencias del acceso de la Hermandad al poder en países como Egipcio, Jordania, el Líbano, Argelia o Siria.

¿Que no es lo mismo Ben Laden, que mata en nombre de Alá y de un estupefaciente Califato celestial, que la Hermandad Musulmana, que pretende gobernar aquí abajo, en la Tierra? Ya. Que se lo pregunten a los que acabarán enterrados en una fosa común. Quizá no acaben de captar la diferencia...


YUSEF M. IBRAHIM, escritor residente en Nueva York y Dubai, fue corresponsal del New York Times en Oriente Medio y jefe del área de Energía del Wall Street Journal.

2 Comments:

At <$BlogCommentDateTime$>, Anonymous Anónimo said...

Y aquí en Europa tenemos al bueno de Tariq Ramadan, nieto del fundador de la "santa" Hermandad. Creo que también pasa por islamista moderado, ejem, con su barba recortadita, etcétera.
Un saludo

 
At <$BlogCommentDateTime$>, Anonymous Anónimo said...

¿Cómo se articula esta visión sobre el peligro que significa la Hermandad Musulmana con los otros elementos políticos, económicos, culturales, sociales, etc. que conforman la realidad mundial en este momento? Tengo la impresión de que como crítica de Ibrahim al libro de Leiken y Brooke está bien, pero ya leo demasiadas críticas y advertencias acerca de los terribles demonios que acechan nuestro "mundo occidental", y alguna vez me gustaría encontrar una mayor profundización de análisis que tome en cuenta también cómo se han manejado la política y los intereses mundiales las últimas décadas, y la relación que puede haber entre dichos procesos, por ejemplo, y la ganancia de espacios de la Hermandad.
Por otro lado, quiero comentar que entre los muchísimos elementos que componen la realidad del "mundo occidental" también se hallan millones de personas que no se sienten y no son parte del mismo, quizás porque en realidad son del "tercer mundo". Por ejemplo, pienso en el país donde vivo, habitado por millones de campesinos e indígenas, y sus descendientes, cuya cultura y visión del mundo no es la democracia, ni conciben los derechos como lo conciben los europeos, nortemericanos... o el autor del artículo. Volviendo al contenido del mismo, pienso en lo que Qaradaui habría dictaminado ("que los norteamericanos en Iraq sean considerados objetivos legítimos por los terroristas suicidas")... y estoy segura que en el país donde vivo, donde no existe ni idea del Islam, no sólo miles, sino mucha más población aplaudiría la instrucción de Qaradaui, yo lo sé porque aquí escucho todos los días expresiones de tinte similar... ¿Por qué será?

 

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