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miércoles, noviembre 22, 2006

No son amenazas, son una condena. Pero no me callarán.

Publicado en el blog de Gustavo de Arístegui.


No son amenazas, son una condena. Pero no me callarán.


En primer lugar quiero agradecer profundamente las cientos de muestras de solidaridad que he recibido en estos últimos días, tanto por correo, como en el blog y por teléfono.

En segundo lugar quiero dejar muy claro de qué se trata el riesgo cierto al que nos enfrentamos, puede que sea ingenuo pero tengo la esperranza de que los que frivolizan con esta amenaza dejen ya su sectarismo inconmensurable y sean por lo menos prudentes aunque no sean solidarios.

He recibido muchas críticas, insultos y amenazas en el pasado en webs islamistas radicales, abiertas y en inglés, francés o español. Normalmente desaparecían a los pocos días, los yihadistas manejan admirablemente bien la red.

Éstas, que más que amenazas son una verdadera condena, se encontrarron en unas páginas a las que sólo se tiene acceso con ciertas claves, están encriptadas y protegidas, no tiene la función de servir de coacción sino de medio de comunicación seguro entre yihadistas.

Algunos piensan que es imposible que hayamos tenido acceso a esas webs, la verdad es que algunos amigos de amigos lo han conseguido, y se han jugado el tipo haciéndolo. Les estaré siempre agradecido, de no haber sido por su audacia y valor hoy nada de esto se habría sabido.

Por cierto que la Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado han confirmado la existencia de estas amenazas.

Hay quienes desde este blog han optado por negar la realidad para que sus insultos e improperios no se desmoronen, allá ellos. La realidad es que las amenazas son muy graves y que aunque se discrepe de mis opinioniones y estemos en posiciones políticas enfrentadas, no sería malo que se reconociera que los demócratas estamos todos en el mismo barco luchando contra los fanáticos.

Hay quienes desde Europa, y también desde España deciden que tienen más en común con los que atacan y amenazan a sus adversarios que con el resto de los demócratas. Es verdaderamente triste, pero el islamismo radical (que no el Islam) y su brazo terrorista el yihadismo, se aprovechan con enorme habilidad de estas debilidades de Occidente.

Por otra parte yo siempre he defendido la existencia de un Islam moderado, lo que me me ha granjeado fuertes críticas, pero la verdad es que la primera víctima del islamismo radical es el Islam, de ahí el título de mi primer libro "El islamismo contra el Islam".

Los yihadistas odian tanto o más que a un occidental a los musulmanes que no se someten a sus dictados y que no siguen al pie de la letra la violenta y brutal ideología islamista radical.

No ayudan nada a la lucha contra el yihadismo quienes confunden los términos islamista e Islam, quienes creen que el problema es todo el Islam. Que se sepa que los musulmanes moderados son perseguidos , amenazados, torturados yv asesinados todos los días por el yihadismo. Esa realidad terrible y ese sacrificio por la paz que hacen tantos debería ser respetado.

No negaré, sin embargo, que el islamismo radical es un fenómeno que crece de manera exponencial, y sería imprescidible y urgente que los moderados que todavía no lo hacen, especialmente en Europa, lo denuncien con coraje, valor y sin ambages. No siempre ha sido el caso y eso les ha creado inmenso espacios de maniobra a los yihadistas.

No podemos permitirles conquistar más espacios a los fanáticos. Los moderados y sus asociaciones en Epaña y en el resto del mundo no han sido suficientemente beligerantes contra la barbarie del yihadismo y ya va siendo hora de que se den cuenta que esta es tanto o más su lucha que la nuestra. Tienen que dar el primer paso ya.

No pretendo que todo el mundo se solidarice con mi situación, sí pido respeto y prudencia ante una situación extremadamente grave sobre la que es profundamente inmoral y abyecto frivolizar. El negacionismo de muchos es el creciente resquicio por el que se cuela con eficaia y de manera imparable el veneno del fanatismo.

De nuevo gracias a los que me envían, incluso desde la discrepancia, como ha habido tantos, su apoyo y solidaridad. A los demás sólo les pido que sean respetuosos con los que desde nuestras ideas hemos luchado y seguiremos luchando, a nuestra manera con aciertos y errores, por la paz, la vida, la libertad, la democracia y los derechos humanos.

Que sepa todo el mundo que desde este blog me comprometo firmemente a seguir en la brecha, seguir luchando contra los fanáticos y los terroristas y que los yihadistas, sean de Al-Qaeda o de cualquier otra organización, no me van a callar ni a amedrentar. Gracias otra vez a los que me habéis apoyado, no puedo contestaros a todos, pero os mando un fuerte, agradecido y emocionado abrazo.


Baby

 

 

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